Capitulo 24: De las miserias de aquel mundo
Page 1 sur 1
Capitulo 24: De las miserias de aquel mundo
20 de enero de 2006
De las miserias de aquel mundo
Sepan que estoy deseoso de hablarles de la miseria... de la miseria de que algunos en su mundo están marcados, que sea por su nivel en la sociedad, que sea también por sus sentimientos que les hacen siempre buscar esta ayuda y este consuelo que ahora están capaces de dar.
De las miserias de aquel mundo
Sepan que estoy deseoso de hablarles de la miseria... de la miseria de que algunos en su mundo están marcados, que sea por su nivel en la sociedad, que sea también por sus sentimientos que les hacen siempre buscar esta ayuda y este consuelo que ahora están capaces de dar.
He venido a darles mi sentido en esta miseria, y a abrirles los ojos también.
En primer lugar, lo que llaman miseria, ustedes que tienen esta obra en las manos, no tiene nada comparable con la verdadera miseria, diría, la que hace que no tenemos habitación segura donde poder calentarse, la que hace también que no tenemos este agua precioso a disposición para beber cuando el cuerpo lo reclama.
Estén otra vez vigilantes en las palabras que van a encontrar entre estas líneas.
Estén otra vez vigilantes en las palabras que van a encontrar entre estas líneas.
Hay personas sobre su globo que no tienen NADA de lo que todos ustedes tienen en este momento.
No disponen de nada a su alcance como esperanza de vivir otra cosa que lo que viven, y este nivel de aflicción es terrible, estén persuadidos de esto.
Lo que he venido a decirles, no tiene incumbencia con la culpabilidad que podría devolverlos, ¡no!
Lo que he venido a decirles, es que todos, cada uno de ustedes, pueden, también con muy pocos recursos, hacer que los otros suyos consiguan una pequñita parte de lo que tienen en este momento.
Están seres entre ustedes que han consagrado su vida, y se los agradezco muchísimo, por la ayuda de estos pueblos que faltan de víveres y de habitaciones.
No les pido de transformarse de un día al otro en estos « apóstoles del amor », corriendo el riesgo de perder su equilíbrio, y todo esto en que todavía tienen la necesidad de creer.
Lo que he venido a pedirles, es pués en la medida de sus posibilidades, de contribuir con sus dádivas de todos tipos, de hacer que estas personas estén en un ambiente menos desolador que están en este momento.
No les oculto que los tiempos van a volverse más y más urgentes, y que su ayuda será la bienvenida para socorrer a estas personas que corren el peligro de encontrarse sin habitaciones todavía más que actualmente.
No he venido para alarmarlos de ninguna manera, pero me tengo que darles cuenta de una situación que es muy posible que empeore año tras año.
En cuanto a la ayuda, algunos van a encontrarse en estados de miseria que no pueden entrever, ustedes que están en esta comodidad y esta dulzura de sus habitaciones modernas y equipadas todavía de medios de calentamiento, de este agua precioso para su salud, de estos víveres también con los cuales pueden alimentarse si tienen la necesidad y las ganas.
Les pido de ahora en adelante de restringir estos despilfarros que se pueden todavía notar de un lado al otro de su planeta, con esto, quiero hablar de esas exageraciones en todos modos, que sea en la alimentación, como en toda forma de comercio por seguir.
Lo que tienen en este momento representa una fortuna inmensa para todo uno que no tiene nada, y yo pondero mis palabras. Estén felices de lo que la vida les trae, y estén bastante buenos, para COMPARTIR esos tesoros que son vitales cuando habrá venido el momento.
Otra vez más, les pido a través de estas palabras, de ser capaz de hacer en cada punto lo que hice : es decir dar ayuda a los dolientes, dar de su pan a los que estarán hambrientos, dar de su tiempo y de su amor a toda persona que se presentará a ustedes, que sea de todas religiones confundidas, ni que decir tiene.
Abordamos tiempos de miseria, que una vez pasados, les harán decir que eran los precursores del paraíso sobre esta Tierra que necesita tanto ver a sus niños felices y alegres .
No me pregunten actualmente de que manera el equilíbrio estará restablecido.
No es todavía tiempo para ustedes que lo sepan.
Obran, den, como les estoy pidiendo quedándose puros en sus intenciones.
Les agradezco.
Sananda
ANGEDINDIGO- Administrateur
- Messages : 61
Date d'inscription : 27/03/2008
Page 1 sur 1
Permission de ce forum:
Vous ne pouvez pas répondre aux sujets dans ce forum